¿Qué es un neurólogo?
El Neurólogo es un médico que se ha especializado en el estudio de las enfermedades y trastornos que afectan al sistema nervioso.
¿Qué problemas trata el neurólogo?
El neurólogo diagnostica y trata los trastornos del Cerebro, de la medula espinal, de los nervios, de los músculos y del dolor, especialmente el dolor de cabeza. Así mismo el neurólogo se ocupa de las complicaciones en el sistema nervioso de otras muchas enfermedades como la hipertensión arterial, la diabetes, algunos traumatismos, los tumores, etc...
¿Qué transtornos estudia el neurólogo con mayor frecuencia?
Un médico neurólogo estudia las enfermedades que afectan al sistema nervioso central y al sistema nervioso periférico (tanto somático como autónomo). Entre ellas, las enfermedades más comunes y de mayor incidencia en la población son:
- Migraña
- Dolor de cabeza más frecuente en las mujeres, que acostumbra a ser pulsátil y puede acompañarse de malestar digestivo, con vómitos. Las crisis suelen estar precedidas por alguna alteración vegetativa, que constituye el aura. No se conoce la causa, pero parece existir cierta tendencia familiar.
- Enfermedad de Parkinson
- Alteración postural, con pérdida del balanceo de los brazos al andar, que puede ocasionar tropiezos y caídas. Al progresar aparece rigidez muscular, temblor en manos (primero unilateral), y tendencia a personalidad obsesiva. Se atribuye a la perdida de Dopamina en algunos núcleos nerviosos, en la edad adulta. Más frecuente en hombres.
- Epilepsia
- Disminución o pérdida de la consciencia seguida de convulsiones. Puede ser de forma generalizada o parcial afectando a solo unos músculos. Aparece tras una lesión cerebral, aunque en general no se llega a identificar.
- Neuralgias
- Dolor agudo relacionado con un nervio (neuralgia del trigémino en la cabeza), o con una raíz nerviosa (neuralgia del ciático en una extremidad inferior), en cual caso puede originarse por un traumatismo que afecte a la columna vertebral.
- Esclerosi Múltiple
- Enfermedad atribuida a la inflamación de la cubierta de mielina de las fibras nerviosas. Puede afectar de forma muy amplia al sistema nervioso, produciendo vértigos, hormigueos, parálisis o alteración en la pronunciación de palabras.
- Ictus o infarto cerebral
- Por falta de fluido sanguíneo en caso de una embolia o una trombosis de arterias cerebrales, (ictus isquémico), o por ruptura arterial y extravasación sanguínea (Ictus hemorrágico. Se reconoce por debilidad o parálisis motora, dificultad para hablar, alteración del equilibrio, hormigueos en medio cuerpo, dolor de cabeza, trastorno de la visión.
- Problemas de debilidad muscular
- Dificultad para contraer los músculos, sea a consecuencia de una afección del propio músculo, de los nervios que aportan el estimulo eléctrico, o por debilidad generalizada de la persona, a causa de una enfermedad general, como un cáncer en fase avanzada. Cuando el déficit imposibilita el movimiento se dice que es una parálisis.
- Insomnio
- Dificultad para conciliar el sueño, o para dormir de forma continua sin interrupciones. Generalmente es consecuencia de estados ansiosos, de problemas mentales, del consumo de tóxicos, de problemas digestivos o de la ausencia de ejercicio físico durante la vigilia.
- Pérdida de memoria
- Se inicia con la dificultad para aprender, para grabar nuevos recuerdos en el cerebro, puede progresar creando dificultades en la orientación en el tiempo, el espacio y en el reconocimiento de personas, Si persiste puede derivar hacia una demencia.
- Problemas de estrés
- Es la reacción del organismo frente a un estimulo agresor, movilizando diversas hormonas y la cortisona. Si la agresión es duradera puede fallar la respuesta y se desencadena un proceso enfermizo que puede implicar diversos órganos y por lo tanto multiplicidad de síntomas. El estrés duradero puede afectar al ADN celular y favorecer la aparición del cáncer.
¿Cómo trabaja el neurólogo?
El neurólogo escucha al paciente y le pregunta sobre aspectos concretos de sus dolencias. Luego explora el sistema nervioso a partir de verificar como funciona la fuerza muscular, los reflejos, las sensibilidades, el equilibrio y otros muchos aspectos de acuerdo al trastorno por el que consulta el paciente. Además el neurólogo utiliza, cuando es necesario, las más modernas tecnologías para confirmar o descubrir la causa de sus trastornos. En ocasiones se precisa la colaboración de un psicólogo para diagnosticar los aspectos mentales de los problemas por los que se consulta. El neurólogo siempre colabora con su médico de cabecera, de forma a que esté garantizado el control del tratamiento y el seguimiento de la evolución de su enfermedad.
¿Qué ocurre con las recetas, llamadas telefónicas o emergencias?
Generalmente las recetas son para un máximo de seis meses, tras los cuales conviene consultar de nuevo para revisar el tratamiento. Las llamadas telefónicas, o consultas por email son aconsejables siempre que el médico neurólogo conozca el historial del paciente, siempre en horario de consulta para poder disponer de la atención necesaria. En caso de emergencia debe dirigirse al centro hospitalario más cercano. Durante las vacaciones es conveniente tener un teléfono de contacto de un médico neurólogo suplente que debe ser de absoluta confianza.